Me voy a permitir abrirme un poco hoy. Hoy es un día en el que al levantarme leí una frase en el perfil de Marián Frias que me resonó profundamente: "De camino a casa quiero ser libre, no valiente" rápidamente recordé el miedo de volver sola a casa o de andar por calles silenciosas o vacías, curiosamente lo siguiente que leí en un chat de amigas fueron párrafos de defensa a maridos, hijos, padres, hermanos... ¿Alguien ha dicho algo contra ellos? no lo sé, a lo mejor si, lo desconozco. Los políticos han hecho un flaco favor con sus demagogias, comportamientos y frases estereotipadas.
Creo que se está entendiendo poco, no es cuestión de defender a quien se comporta correctamente y desde luego nunca hay que caer en el error de la generalización. Guste o no guste, la frase anterior de Marian es algo que muchas personas conocemos y que encierra una gran verdad, hombres y mujeres tenemos el mismo derecho a vivir sin miedo y he dicho ambos sexos porque nadie tiene derecho a hacer sufrir, a maltratar o a imponerse de la forma que sea sobre otra persona.
Decir: "Pues a mi nunca me ha pasado nada de eso" no solo es centrarte en ti mismo, es carecer de compasión, no solo eliminas todo aquello que para ti no existe sino que además de juzgar la vida de otros desconoces e ignoras su sufrimiento, eliges ignorar lo que es la compasión y el respeto hacia el dolor de los demás, te guste o no te guste es su dolor y fuera de tu experiencia suceden otras cosas.
Compasión es empatía, es el deseo altruista de liberar del sufrimiento y sus causas a los demás.