Si vivimos de acuerdo con nuestras creencias y valores fundamentales, desarrollamos una sana autoestima.
Las decisiones se vuelven más fáciles cuando tienes claras tus creencias y valores fundamentales pero se vuelven difíciles cuando estás confundido por las expectativas o las expectativas que ponen los demás en ti mismo. Las creencias que hay en cada valor son las que dan sentido a ese valor.
Los valores son muy importantes ya que nos pueden dar o restar energía al generar emociones que nos ayudan a cambiar e influyen en nosotros generando estrés, ansiedad, nos sentimos perdidas o bloqueadas, etc...
Nos ayudan a entender por qué actuamos de una determinada forma y nos impulsan a generar importantes cambios evolutivos.
La autoestima saludable es un componente esencial del bienestar y la calidad de vida y también se relaciona con comportamientos de salud positivos. Por ejemplo, en las mujeres, la transición a la menopausia, produce una serie de cambios hormonales que entre otros síntomas, a veces contribuyen al aumento de peso y problemas físicos¡s. Aunque la transición a la menopausia es una experiencia individualizada, algunas mujeres observan una disminución de la autoestima y un cambio en sus creencias y valores.
Las experiencias de vida difíciles o estresantes a menudo pueden ser un factor, como:
- Sufrir intimidación o abusos
- Vivir discriminación
- Pérdida de trabajo o dificultad para encontrar empleo
- Problemas en el trabajo o mientras estudia
- Estrés continuo
- Problemas de salud
- Problemas de relación, separación o divorcio
- Excesiva preocupación por su apariencia e imagen corporal
- Problemas con el dinero o vivienda