La mayoría de las cosas presuntamente malas que suceden en la vida de la gente se deben a la falta de consciencia. Son auto-creadas o más bien... EGO-CREADAS. Su nombre correcto es "DRAMA".
Cuando eres plenamente consciente, el drama ya no puede entrar en tu vida. Permíteme recordarte brevemente cómo opera el ego y cómo crea sus dramas:
El ego es la mente no observada que dirige tu vida cuando no estás en el presente, en el aquí y el ahora. El ego es un fragmento separado, sin conexión real con ningún otro ser, rodeado por otros egos que, o ve como una amenaza potencial, o que intentará manipular para sus propios fines. Los patrones básicos del ego son la resistencia, el control, el poder, la avaricia, la actitud defensiva, la agresividad. Algunas de las estrategias del ego son extraordinariamente inteligentes, aunque no llegan a resolver ninguno de sus problemas, porque el problema es: el ego mismo.
Cuando los egos se juntan, por ejemplo en las relaciones personales o de trabajo, antes o después acaban ocurriendo cosas "malas": dramas de uno u otro tipo que toman la forma de conflictos, problemas, luchas de poder, violencia física o emocional, y así sucesivamente. Aquí se incluyen también los males colectivos, como la guerra, el genocidio y la explotación, todos ellos debidos a la inconsciencia acumulada. Además, la continua resistencia del ego produce todo tipo de enfermedades, causadas por restricciones y bloqueos del flujo energético corporal.
Hablamos de cuando dos o más egos se juntan, sin embargo, aunque vivas totalmente sólo, también sigues creando tu propio drama personal. Sentirse apenado por uno mismo es un tipo de drama personal. Sentirse atrapado por uno mismo es un tipo de drama. Sentirse culpable o ansioso es otro tipo de drama. Cuando dejas que el pasado o el futuro oscurezcan el presente, estás creando tiempo, tiempo psicológico: el material del que está hecho el drama. Cuando no honras el momento presente permitiéndolo ser, estás creando drama.
La mayoría de la gente está enamorada de su drama personal. Su historia personal es su identidad. El ego dirige su vida. Todo su sentido de identidad está invertido en él. Incluso su búsqueda de una respuesta -generalmente sin éxito-, de una solución o de la sanación se convierte en parte del drama. Lo que más temen y a lo que más se resisten las personas es al final de su drama. Mientras sean su mente, lo que más temen y a lo que más se resisten es a su propio despertar.
Cuando vives en una aceptación total de lo que es, acabas con el drama de tu vida. Las personas ni siquiera pueden discutir contigo, por más que lo intenten. No puedes tener una discusión con una persona plenamente consciente. Discutir implica identificarte con tu mente y con tu posición mental, resistiéndote y reaccionando a la posición de la otra persona. La aceptación total no implica que no puedas demostrar tu punto con toda formeza y claridad, pero no habrá una fuerza reactiva detrás, no habrá defensa ni ataque. De modo que no crearás dramas. Cuando eres plenamente consciente, dejas de estar en conflicto. "Nadie que esté unificado consigo mismo puede concebir siquiera el conflicto", afirma un Curso de Milagros. Esta afirmación es aplicable al conflicto interno, que cesa en cuanto deja de haber choques entre las demandas y expectativas de tu mente y lo que es.
Cuando reconectas con el Ser y dejas de estar dirigido por la mente, dejas de crear estas cosas. Ya no creas dramas ni participas en ellos.
Autor de Apoyo: Eckhart Tolle
Edición y Adaptación: Claus Tuchán