"Según la neurociencia (el estudio del cerebro), poner nuestra atención en un dolor en el cuerpo hace que el dolor exista porque los circuitos en el cerebro que perciben el dolor se activan eléctricamente.
"Entonces, si ponemos toda nuestra ATENCIÓN en algo distinto al dolor, los circuitos del cerebro que lo procesan, así como todas las sensaciones corporales, pueden ser desconectadas literalmente y entonces el dolor desaparece.
"Pero, cuando miramos para ver si el dolor ya se fue, los circuitos cerebrales correspondientes son activados una vez más, haciendo que sintamos de nuevo esa incomodidad; y si estos circuitos cerebrales se disparan repetidamente, las conexiones entre ellos se vuelven más fuerte...
"Por lo tanto, al poner ATENCIÓN al dolor de forma cotidiana estamos creando una cableado neurológico para desarrollar un estado de alerta, una forma de SENTIR mucho más aguda y experimentar esa percepción del dolor porque los circuitos cerebrales relacionados se enriquecen...
"La neurociencia finalmente comprende que podemos moldear y darle forma a ese marco neurológico del yo por la repetida atención que le damos a cualquier cosa."
Joe Dispenza