Cuentan que cierto día, en un monasterio, un discípulo se acercó a su maestro para hacerle una consulta, puesto que se encontraba muy molesto y quería buscar la solución a esto. Así le dijo:
– Maestro, vengo a ti en busca de soluciones ¿qué debo hacer para no sentirme tan molesto con la forma de actuar de las personas? Algunas personas hablan demasiado y mal, otras son auténticos ignorantes. Algunas son indiferentes. La sangre me hierve, y emana en mí un sentimiento de odio cuando me cruzo con las personas mentirosas y sufro con aquellas que maldicen.
El maestro sonrió al discípulo y le dijo:
– La solución es fácil,¡Vive como las flores!
El discípulo abrió los ojos asombrado por las palabras de su maestro, “vivir como las flores”….
– Maestro, me va a disculpar pero no entiendo ¿Vivir como las flores? Preguntó el discípulo
– ¡Eso es!- Sonrió el maestro. Señaló al jardín del patio y continuo diciendo:
– Pon atención a esos lirios que crecen en el jardín. ¿Sabes dónde nacen verdad? Los lirios nacen en el estiércol, y en cambio, cuando crecen, se desarrollan como flores puras y perfumadas. Es decir, son tan sabias, que extraen del abono todo aquello que les es útil y saludable y en cambio, no permiten que lo agrio de la tierra mancille la fragancia de sus pétalos. ¿Entiendes?
El discípulo asentía con la cabeza pero permanecía en silencio escuchando las sabias palabras de su maestro. Así, el maestro continuó diciendo:
Muchas veces vivimos angustiados, incómodos o cargamos con las culpas y/o vicios de otros. Esto no debiera de ser así, no debemos permitir que los “defectos” de los demás nos afecten, ya que esos problemas no nos pertenecen. Es por eso que os invitamos a desarrollar y ejercitar la virtud de rechazar todo aquello que sea negativo que venga del exterior, para que puedas vivir como las flores.
¡Qué sabia es la naturaleza!
Es justo afligirse con las propias culpas o defectos y en tu mano está el cambiar esto, pero lo que no es justo y no es sabio, es permitir que los vicios de los demás te incomoden.
Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos, y ellos serán los que tengan la responsabilidad de ponerle solución, y es que así lo quieren. Por eso, si esos defectos no son tuyos, no hagas su problema el tuyo, por lo que vive feliz, vive como las flores y no cargues con lo que no te corresponde..
Esto, es vivir como las flores.
– Maestro, vengo a ti en busca de soluciones ¿qué debo hacer para no sentirme tan molesto con la forma de actuar de las personas? Algunas personas hablan demasiado y mal, otras son auténticos ignorantes. Algunas son indiferentes. La sangre me hierve, y emana en mí un sentimiento de odio cuando me cruzo con las personas mentirosas y sufro con aquellas que maldicen.
El maestro sonrió al discípulo y le dijo:
– La solución es fácil,¡Vive como las flores!
El discípulo abrió los ojos asombrado por las palabras de su maestro, “vivir como las flores”….
– Maestro, me va a disculpar pero no entiendo ¿Vivir como las flores? Preguntó el discípulo
– ¡Eso es!- Sonrió el maestro. Señaló al jardín del patio y continuo diciendo:
– Pon atención a esos lirios que crecen en el jardín. ¿Sabes dónde nacen verdad? Los lirios nacen en el estiércol, y en cambio, cuando crecen, se desarrollan como flores puras y perfumadas. Es decir, son tan sabias, que extraen del abono todo aquello que les es útil y saludable y en cambio, no permiten que lo agrio de la tierra mancille la fragancia de sus pétalos. ¿Entiendes?
El discípulo asentía con la cabeza pero permanecía en silencio escuchando las sabias palabras de su maestro. Así, el maestro continuó diciendo:
Muchas veces vivimos angustiados, incómodos o cargamos con las culpas y/o vicios de otros. Esto no debiera de ser así, no debemos permitir que los “defectos” de los demás nos afecten, ya que esos problemas no nos pertenecen. Es por eso que os invitamos a desarrollar y ejercitar la virtud de rechazar todo aquello que sea negativo que venga del exterior, para que puedas vivir como las flores.
¡Qué sabia es la naturaleza!
Es justo afligirse con las propias culpas o defectos y en tu mano está el cambiar esto, pero lo que no es justo y no es sabio, es permitir que los vicios de los demás te incomoden.
Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos, y ellos serán los que tengan la responsabilidad de ponerle solución, y es que así lo quieren. Por eso, si esos defectos no son tuyos, no hagas su problema el tuyo, por lo que vive feliz, vive como las flores y no cargues con lo que no te corresponde..
Esto, es vivir como las flores.