La mayoría de nosotros tenemos creencias que nos
limitan de alguna manera, empobreciendo nuestras vidas e impidiéndonos alcanzar
nuestro verdadero potencial.
A lo largo de nuestra vida tomamos decisiones que
realmente nos limitan, no son lo mejor para nosotros, pero actuamos, de forma
inconsciente, en base a creencias impuestas y aceptadas por nosotros, es una
tendencia generalizada, en gran parte subconsciente, a buscar lo negativo o
hacer cosas que nos hace infelices y limitados.
Esas creencias realmente son solo pensamientos
repetitivos que hemos tomado como verdad y que hemos adoptado
inconscientemente. Lo bueno es que puedes apartar los que ya no son útiles y
empezar o volver a trabajar con otros pensamientos que te empoderen para que te
impulsen hacia tus mejores sueños. Empieza ahora a elegir creencias que te
harán sentirte mejor, más feliz y más tranquilo, pensamientos que apoyarán tu
éxito, en lugar de sabotearlo.
- Tienes una voz interior crítica que te hace sentir mal.
- Los sentimientos y conductas negativas son una constante diaria.
- Te cuesta conseguir metas.
- Haces cosas que sabes que no son buenas para ti.
- Atraer a personas "tóxicas" a tu vida es un problema constante.
- Sabes lo que necesitas hacer, pero no puede hacerlo tu misma.
- Las excusas para permanecer como eres, aunque estés descontento, son la norma.
- Las tendencias autodestructivas te preocupan.
- Estás enfermo y cansado de vivir de la manera en que vives, pero sigues viviendo de esa manera.
- Sin querer, te preparas para el fracaso.
- Para qué voy a decir nada si nadie me hace caso o van a pensar que es una tontería o... Crees que tienes una buena idea o sugerencia pero tu mismo te boicoteas y ninguneas.
- Comienzas el día super feliz , tan feliz que piensas que es imposible que dure, que algo malo sucederá y en efecto así acaba sucediendo...
Tres maneras
de descubrir creencias limitantes y empezar el cambio:
1/ Observa
las áreas de tu vida que no funcionan como te gustaría. Tal vez tu relación
de pareja no sea lo que gustaría, o estás atrapado en un trabajo sin futuro.
Generalmente, cuando no estamos creando lo que queremos en nuestras vidas, es
porque creemos que no somos dignos o que no podemos tener todo lo que deseamos.
Identifique lo que no funciona y comience a explorar los patrones de
pensamiento que apoyan esa limitación. Una vez que sepa cuáles son, puede
intercambiar esas ideas limitantes por aquellas que les brinden más apoyo.
2/ Observa
tu diálogo interno. Cualquier declaración vaga, cualquier cosa que suene
absoluta o abstracta, despreciando o disminuyendo de alguna manera es el
lenguaje de una creencia limitante. Observa las palabras como "No
puedo", "Nunca", "No soy lo suficientemente bueno" o
"No tengo suerte". La vida consiste en el flujo de energía. Limitar o
usar mal el lenguaje hablado o pensado ralentiza el flujo y esas malas
creencias se muestran en el resultado diario de nuestra vida. La próxima vez que
te encuentres con este tipo de diálogo interno, obsérvalo, escríbelo, reconoce
qué lo alimenta y luego elige un idioma diferente cuando hablas contigo mismo.,
por ejemplo en lugar de decir o pensar No Puedo, empieza a decirte, Sí Puedo,
aunque antes me salió mal volveré a intentarlo de otra forma. Utiliza el
lenguaje positivo que te empodera, en lugar del negativo que te limita.
3/ Sigue la
energía. ¿Te sientes emocionada y viva el sábado cuando sabes que tienes
tiempo para hacer lo que más te gusta, leer, pintar o estar con tu familia?
¿Está agotado los lunes por la mañana cuando regresas al trabajo? ¿Cuándo te
sientes con más energía y cuándo más cansado? Sigue la energía. Las cosas que
nos llenan a menudo son aquellas actividades que nos guían, incluso sin saberlo
conscientemente, hacia nuestras pasiones y cualidades. Nuestro instinto nos
guía si nos permitirnos sentirlo, observa tu cuerpo.
Cuando nos anulamos, se debe en parte a las
creencias que tenemos sobre una actividad o evento en particular. Presta
atención a la forma en que fluye la energía a través de tu cuerpo: cuando te
notas hundido y te sientes cansado, examina el origen, de dónde ha provenido
esa carencia de energía detrás de él encontrarás la creencia que te detiene.
Empieza a ser consciente. Para tu pensamiento en
cuento empieces a pensar de forma negativa, anota lo que estás pensando y
cuándo. Una vez que identifiques algunas de esas creencias profundamente
arraigadas analiza tranquilamente ¿De dónde vienen? ¿Son útiles o un obstáculo?
¿Hay otra creencia que te daría más poder?
Ve con cuidado, sé muy amable y paciente contigo
mismo. Todos tenemos creencias que hemos aceptado sin más. Algunas incluso nos
han ayudado a sobrevivir en su momento, pero ahora es tiempo de mejorar. Este
no es el momento de darte una paliza y volver a decirte que eres tonto o nunca
aprender, NO, es simplemente el momento de darte cuenta y cambiar con mucho cariño
y sintiéndote muy orgullosa del paso que estás dando.
Si decides que estas creencias ya no te sirven,
reformúlalas, reescríbelas de forma que sí lo hagan. Escribe una nueva frase
que guíe tus hábitos y empieza a vivir tu vida desde esa nueva creencia. Elige
comportamientos que lo apoyen. Practícalo a diario para crear un hábito, crear
una nueva creencia. Incluso escríbelas en notas que puedas ver fácilmente.
Y, si te equivocas y vuelves a los viejos hábitos,
porque al principio es normal que lo hagas, todos lo hacemos, te das cuenta,
sonríe, no pasa nada y comienza de nuevo. Está bien, sólo continúa. Lo más
importante es que lo estás haciendo, date tiempo y persevera.
Pronto, las nuevas creencias se afianzarán y
crearán resultados tangibles en tu vida que apoyarán tu éxito en lugar de
sabotearlo.