La hija que fuiste, la madre que eres.


DEPENDIENCIA EMOCIONAL (niña mirando a mamá): 


¿Sigues necesitando de la mirada, aprobación y aceptación de tu madre? ¿Sigues siendo una niña mirando a mamá? ¿Sigues con la fantasia infantil de que algún día mamá si te aceptará, valorará, respetará, amará, comprenderá ... como legítimamente necesitabas? Recuerda que si sigues mirando a mamá y te importa y afecta más lo que ella piensa que lo que TUS HIJOS sienten y necesitan les estarás "abandonando" a ellos. 


¿Tu niña herida aun necesita de todo ese amor que no tuvo? Recuerda que todo "eso" lo necesitabas de niña. Hoy eres adulta y puedes hacerte responsable de la niña sola, perdida, necesitada y desesperada que habita en ti? Tu puedes maternarte.


RESPONSABILIDAD (validarnos y aceptar nuestra verdad): Lo verdaderamente importante no es todo aquello que nos pasó o que nos faltó. Fuimos víctimas siendo niñas. Hoy como madres somos responsables de todo aquello que ELEGIMOS hacer con todo lo que nos pasó. Si te responsabilizas de tu niña herida podrás cortar la cadena. Dar lo que no se tuvo duele pero nos sana.


Dar a nuestros hijos, mirar a nuestros hijos, sentir a nuestros hijos puede que tenga un precio muy alto en algunas familias: Perder una parte de nuestra mamá al dejar de mirarla a ella para pasar a mirar a nuestros hijos y nuestra pareja... Recuerda que ya no solo eres la hija de... sino que tu papel principal en la obra de tu vida HOY es SER la MADRE de...


Si seguimos mirando a nuestra mamá, nuestros hijos tendrán que mirarnos a nosotras y perpetuaremos el desamparo. Tu niña interior quizás no fue suficientemente mirada, tenida en cuenta o amada, no obstante, tu SÍ puedes amar más y mejor a tus hijos. Ámales hasta que te duela ya que justo en ese momento deja de doler para siempre.


Yvonne Laborda
.