La reflexología podal es una técnica que se realiza sobre los mapas corporales de los pies, relacionando órganos, glándulas, zonas linfáticas, musculares y toda la columna vertebral y esqueleto en sus reflejos ubicados en los pies, interrelaciones con los diversos sistemas corporales.
En la terapia de reflexología, la aplicación de presión sobre las zonas del pie no sólo relaja y alivia el dolor, en la mayoría de los casos también alivia la causa subyacente que lo originó.
Cualquier desequilibrio emocional puede reflejarse en síntomas o enfermedades de dichos órganos ya que los órganos del cuerpo somatizan las diferentes emociones del ser humano y la reflexología, trabajando a ese nivel emocional, libera las cargas psicosomáticas acumuladas.
El día a día, las tensiones y desequilibrios se van reflejando en el cuerpo y a su vez en los pies y manos. La reflexología facilita el equilibrio propiciando el descanso, disminuyendo o eliminando molestias físicas y favoreciendo una vida más armoniosa en contacto con el propio ser.