Cuando yo nací en este mundo las únicas cosas que sabía eran amar, reír, y brillar con mi brillante luz.
Luego, a medida que crecía, la gente me dijo que dejara de reír. "Toma en serio la vida", dijeron, "Si quieres salir adelante en este mundo." Así que dejé de reír.
Las personas me dijeron "ten cuidado a quién amas si no deseas que se rompa tu corazón”. Así que dejé de amar.
Ellos dijeron: "No alumbres con tu luz tan brillante ya que llama mucho la atención sobre ti”. Así que dejé de brillar así me hice pequeña y marchita y morí sólo para aprender de la muerte que lo único que importa en la vida es amar, reír y brillar nuestra luz con toda su luminosidad.
Anita Moorjan