Buda estaba reunido una mañana con sus discípulos cuando se les acercó un hombre.
-¿Existe Dios? preguntó.
Sí, respondió Buda.
Después de comer, se acercó otro hombre.
-¿Existe Dios?, quiso saber.
No, no existe, dijo Buda.
Al final de la tarde, un tercer hombre hizo la misma pregunta.
-¿Existe Dios?
Tendrás que decidirlo tu mismo, respondió Buda.
-Maestro, ¡que absurdo!, dijo uno de sus discípulos, ¿Cómo puedes dar respuestas diferentes a la misma pregunta?
-Porque son personas diferentes, respondió el Iluminado. Y cada una de ellas se acercará a Dios a su manera: a través de la certeza, de la negación y de la duda.
“MAKTUB” PAULO COELHO.
-¿Existe Dios? preguntó.
Sí, respondió Buda.
Después de comer, se acercó otro hombre.
-¿Existe Dios?, quiso saber.
No, no existe, dijo Buda.
Al final de la tarde, un tercer hombre hizo la misma pregunta.
-¿Existe Dios?
Tendrás que decidirlo tu mismo, respondió Buda.
-Maestro, ¡que absurdo!, dijo uno de sus discípulos, ¿Cómo puedes dar respuestas diferentes a la misma pregunta?
-Porque son personas diferentes, respondió el Iluminado. Y cada una de ellas se acercará a Dios a su manera: a través de la certeza, de la negación y de la duda.
“MAKTUB” PAULO COELHO.