Cómo saber si algo es bueno o malo para nosotros ¿Lo estamos haciendo bien?

En la actualidad se da una importancia exagerada a la condición de experto, llegando a encontrar talleres, cursos, terapias y terapeutas profesionales que transmiten mucha información opuesta, en algunos casos afirmando que la suya en la única verdadera, he visto grupos en los que los "estudiantes" se enfadan con quien cuestiona esa enseñanza o con quien compara y estudia simultáneamente varias enseñanzas, lo cual nos lleva a la situación de no saber cual elegir, por cual decantarnos ¿?. Vamos a intentar mantener alejado y controlada la mente  ego que solo distorsiona la realidad impidiéndonos poder escuchar la sabiduría que está en nosotros y que reconocemos como intuición.

Personalmente considero que no hay una única "verdad" para todos ya que somos diferentes y únicos y el proceso de aprendizaje puede variar de igual forma que hablamos idiomas diferentes o nacemos en distintos lugares o somos rubios o morenos o.... Cada uno avanza a su propio ritmo, podemos parar o incluso parecer que retrocedemos cuando las dudas e inseguridades surgen pero sencillamente todo forma parte del proceso personal de aprendizaje de cada uno. Lo que es bueno para mí puede no serlo para ti. Una enseñanza no tiene por qué excluir a otra, puedes simultanear si así lo sientes.

Más adelante te daré una técnica infalible pero permíteme primero hablar sobre el proceso individual. Imagina por un momento que fuésemos subiendo una escalera, para unos la escalera adecuada es estilo Art Déco, para otros moderna, circular, recta uufff hay tantas y cada uno se siente más cómodo con una o incluso con varias pero... todas te llevan arriba, recuerda que hemos elegido la escalera de subida no la de bajada ;-)

Sea cual sea, todas las escaleras tienen en cada peldaño una palabra que va formando una frase, podemos ir subiendo escalón a escalón, es lo ideal pero a veces nos entran las prisas y subimos tres escalones de golpe y el "golpe" nos lo llevamos nosotros porque en el salto hemos omitido palabras que impiden la comprensión de la frase y tenemos dos opciones o quedarnos ahí un buen rato dándole vueltas y vueltas a qué dichosas palabras nos faltan o retroceder y volver a subir esta vez sin saltarnos nada. 

Seguimos subiendo y nos encontramos con los descansillos que son los muy necesarios momentos para entender la frase e interiorizar lo que vamos aprendiendo ya que demasiada información sin procesar nos impide la comprensión, vuelven a ser momentos necesarios pero en los que que podemos llegar a pensar equivocadamente que no avanzamos, que no entendemos nada y estamos bloqueados o que esto no es para nosotros, no te cuestiones, no permitas que la mente/ego tome las riendas y no dudes de ti

Estos descansillos pueden conectar con otra escalera que parece diferente y continuaremos por ella hasta el final o podremos volver a la anterior en el siguiente descansillo, da igual, todo está bien y cuanto menos racionalices más entenderás, de forma inconsciente. Si simplemente actuamos como un observador veremos si tiene lógica para nosotros. En breve te daré una forma de poder saber si eso es útil, valioso y conveniente para nosotros.

Es importante no estar cuestionándonos constantemente, no escuchar a esa parte de nosotros que siempre quiere tener razón y entra en pánico cuando la apartamos ya que se alimenta con la emoción primigenia de todas las emociones negativas y limitantes: el miedo  que no nos ayudará a avanzar y a tomar las decisiones correctas.

¿Cómo saber qué hacer?, ¿cómo saber en quién confiar y a quién seguir?  un buena buena forma es escuchar y seguir a nuestra guía interior, confiar en nuestros sentimientos y sensaciones, confiar y seguirnos a nosotros mismos, todas las respuestas están en nosotros, en la sabiduría que reside en nuestro interior y en cada célula de nuestro cuerpo. Dejemos de buscar que los demás nos digan lo que debemos hacer.

La forma es escuchar nuestro cuerpo, sutil pero infalible. Observa cómo te hace sentir cada opción o decisión. 

Cuando dudes observa tu cuerpo, lo que sientes, cierra los ojos y conecta con tu corazón, si es bueno de forma automática el cuerpo estará relajado, la respiración será tranquila, podremos sentir paz y felicidad e incluso notar que se inclina hacia adelante, nos da una respuesta positiva, te sientes bien. Por el contrario cuando no es adecuado o es malo la respuesta física es negativa, podemos sentir tensión, ansiedad, sensación negativa e inconscientemente el cuerpo tiende a ir hacia atrás y si forzamos un camino o decisión que nos es adecuada para nosotros podemos sentir dolor o enfermedad, experimentas malestar y buscas mil justificaciones. 

Lo único que te garantiza tomar buenas decisiones, las que te aportarán sabiduría, alegría, paz y te harán la vida fácil es conocerte.