El ego y los virus mentales

Cuantas veces hemos oído decir, o hemos dicho, "yo Soy así, no voy a cambiar ahora"  y nos quedamos tan anchos. Pues querer es poder y sí, puedes y debes cambiar si es para bien. Igualmente  hay personas que dejan una adicción y en un momento dado vuelven a ella al vivir una situación que desencadena algo del pasado reproduciendo, por ejemplo, la misma ansiedad o miedo que le hace volver a fumar o beber...

Muchas decisiones o creencias nos limitan e incapacitan pero no sabemos qué hacer, ni siquiera sabemos que podemos cambiarlas!!!!.

Hay personas que tienen alergia a los animales y solo pensar en un gato, por ejemplo, les reproduce esa alergia, hay quien tiene vértigo y solo pensar en la terraza de un décimo piso les paraliza y reproduce la misma sensación que si estuviera allí realmente pero pongamos un ejemplo muy común,
piensa y visualiza que muerdes un limón...... lo más seguro, es que tu boca se haya llenado de saliva, tus glándulas han empezado a salivar en cuanto tu cerebro ha imaginado ese limón. Tu cerebro no distingue entre lo real y lo imaginario y en cuanto tu piensas en algo reacciona según las "pautas o protocolo" que ya tiene "archivadas" por experiencias anteriores.

Igualmente ¿te bloqueas inconscientemente y no triunfas porque tu padre no lo hizo y sería un insulto hacia él? o de niño viste que cuando le llevaban la contraria a tu padre éste se ponía violento y ahora lo revives cada vez que eres testigo de que a alguien le llevan la contraria e inmediatamente tiendes a apaciguar o esconderte. 

Estos desencadenantes suceden cuando una experiencia externa activa automáticamente una reacción o un estado emocional negativo. En algún momento del pasado el inconsciente archivó de manera errónea un suceso asociándole una emoción negativa de manera que cada vez que aparece algo similar en nuestras vidas reaccionamos automáticamente de la misma forma que en el pasado aunque no tenga ya sentido. Otros ejemplos comunes son cuando al cruzarte con alguien hueles su perfume e inmediatamente vuelves atrás en el tiempo y recuerdas a esa persona que te importó o que odiaste y que también lo usaba o escuchas una canción y recuerdas, siempre reaccionas y te sientes feliz o rabioso. 

Hay infinitos desencadenantes más que nos hacen perder el sentimiento de nuestro propio y real poder. El miedo nos paraliza y no favorece el aprendizaje, a la mayoría de las personas nos han educado lejos del amor, simplemente no sabían hacerlo de otra forma ya que ese mismo sistema de aprendizaje habían recibido ellos. Nos inculcaron, consciente o inconscientemente, que el amor es sinónimo de debilidad y la fuerza y la manera de imponernos y conseguir éxito es el miedo.

El ego agrupa todas las percepciones que nos atemorizan iniciadas en la falta de amor, especialmente hacia nosotros mismos. Es una identidad pequeña y separada, una mentira, una falsa creencia sobre nosotros mismos a la que erróneamente le hemos dado toda nuestra credibilidad debilitando y perdiendo nuestro auténtico poder y olvidando quienes somos en realidad. Y !!!!hay que ver la fuerza y credibilidad que le hemos dado¡¡¡¡¡ 

El ego es el mayor y más peligroso virus que hayamos conocido o vayamos a conocer, lucha ferozmente para no perder su presa. Por muy triste, incómoda o dolorosa que sea nuestra vida no sabemos o nos cuesta cambiar, "más vale malo conocido...." hasta inventamos refranes para afianzar su poder, estamos hartos pero ahí seguimos. Una vez leí esta frase que tristemente me encantó:  Hola, soy tu asco de ti mismo. El ego es nuestro poder mental vuelto contra nosotros, astuto, manipulador y persuasivo.

Cuando valerosamente emprendemos el camino del cambio muchas veces no estamos preparados para descubrir la fuerza con la que lucha para evitar que le releguemos, que le apartemos y podamos decidir qué y cómo pensar y crear nuestra vida de forma positiva y sin limites. 

El miedo es limitante y paralizador, pero lo bueno es que podemos recuperarnos, cambiar esas creencias limitantes y negativas y ser por fin la perfección que realmente somos.

Podemos y debemos cambiar esos desencadenantes, eliminar las limitaciones

El cerebro construye la realidad, tenemos una idea muy equivocada y diferente de lo que pasa en realidad a lo que pasa en nuestro cerebro con respecto al tiempo.  El cerebro capta toda la información del exterior a través de los sentidos y antes de saber qué es lo que va a pasar el cerebro ya ha hecho predicciones sobre lo que podría ocurrir pensando en todo tipo de ideas por la información que hemos ido almacenando por experiencias y vivencias anteriores buenas o males y equivocadas.