Usos: Inapetencia, digestiones difíciles, colitis, dispepsia, leucorreas, cistitis, acné, eczema, psoriasis, seborrea, ansiedad, estrés, depresión, estreñimiento, dificultad para dormir en los niños...
Relaja a la vez que levanta el ánimo, muy
útil para la depresión y la ansiedad. Si los síntomas de tensión,
irritabilidad y frustración no son nunca liberados o sanados, finalmente
desencadenan un cuadro clínico de depresión. La depresión desde el
punto de vista energético es el resultado del estrés acumulado y la
represión emocional.
La emoción más comúnmente relacionada con la
depresión es la ira inexpresada. La ira y la frustración reprimida
interiormente provocan el bloqueo de la corriente energética,
deprimiendo la mente y el espíritu. El aceite de bergamota nos ayuda a
liberar los sentimientos reprimidos, los cuales pueden inducir no sólo
depresión sino también insomnio, ansiedad y labilidad emocional.
Suaviza la corriente de energía vital.
Armoniza la energía del hígado, cuya función es liberarla a través del
cuerpo y de la mente. La interrupción de la misma, afecta al proceso de
digestión, como resultado de comer en exceso o de tensión nerviosa, lo
que provoca distensión abdominal, indigestión o cólico digestivo. El
aceite de bergamota aliviará estos problemas al trabajar sobre el
estómago y el intestino.
Ayuda trabajar con terapias energéticas como Reiki o Metamórfico.