Bloqueo
físico:La obesidad es causada por una excesiva acumulación de
tejido adiposo en el organismo. Se le considera un problema cuando la
salud de la persona esta en peligro a causa de este exceso de
peso.
Bloqueo
emocional: La obesidad puede tener varias causas, pero en general la persona afectada se sintió humillada en la infancia y
todavía tiene miedo de sentir vergüenza ella misma, de que alguien se
avergüence de ella o de que alguien la avergüence. El exceso de
peso es una protección contra aquellos que le piden demasiado,
porque esta persona sabe que le resulta difícil negarse y tiene
tendencia a llevar todo a sus espaldas. También es posible que la
persona se siente prisionera desde hace mucho tiempo. Siente que debe partirse para tener
contenta a la gente que la rodea. Cuanto más quiere hacer felices a
las demás y que la consideren buena persona, mas trabajo le cuesta
reconocer sus verdaderas necesidades. También suele suceder que una
persona acumula demasiada grasa para no ser deseada por el otro sexo,
ya sea por temor a ser engañada o a no ser capaz de decir no.
Bloqueo
mental: Se ha podido observar que a una persona obesa le resulta muy
difícil observarse realmente debido a su enorme sensibilidad ¿Puedes
observar bien cada una de las partes de tu cuerpo en un espejo?.
La
capacidad de observar tu cuerpo físico tiene que ver con tu
capacidad de observar más allá de lo físico, es decir, para
observar dentro de ti a fin de descubrir la causa oculta de tu exceso
de peso. Esta es la razón de la que quizás te resistas a lo que
lees en esta descripción. Te sugiero que vuelvas a leerla varias
veces y lo hagas a tu propio ritmo. El haberte sentido humillada es
tu infancia te llevo a querer protegerte y a decir que no te volvería
a ocurrir.
Por
esta decisión quieres ser a toda costa una buena persona, y para
ello te echas demasiado peso a tus espaldas. Ha llegado el momento de
que aceptes recibir sin creer que tomas algo que no es tuyo y que
deberás devolverlo después. Te sugiero que al final de cada día
hagas un análisis retrospectivo y observes cada incidente que pueda
tener relación con la vergüenza y la humillación. Después,
pregúntate si es realmente cierto que eso sea vergonzoso. Verifícalo
con otras personas.
Del
mismo modo, adquiere el habito de preguntar: ¿Que es lo que quiero
realmente?, antes de decir si a todas las peticiones y antes de
ofrecer tus servicios. El amor y la estima que te tienen los demás
no disminuirán. Por el contrario, apreciaran que te respetes y
ocupes tu lugar. Es cierto que serás siempre una persona servicial,
pero se trata de que aprendas a hacerlo escuchando tus necesidades.
Además,
date el derecho de ser una persona importante y de ocupar un lugar,
no solo físico, en la vida de quienes amas, cree en tu importancia.
Tu eres importante.
Si
quieres adelgazar sin volver a engordar prueba esto:
- No te des por vencida: Si has adelgazado con diversas dietas pero también has vuelto a engordar, consigue de una vez por todas bajar de peso, dejando de pensar en los fracasos anteriores. No te sientas frustrada por haber fallado en el pasado, por el contrario, toma tus tropiezos como un aprendizaje de lo que te ha funcionado y evita lo que te ha fallado.
- Aprende a comer: Hazte a la idea de que debes controlar tu alimentación para toda la vida. No hagas dietas para adelgazar de momento, pues resultan imposibles de seguir a largo plazo, debido a su extremo rigor o a que están basadas en una sola clase de alimentos.
- Deja atrás los mitos: Sé realista, no creas falsedades con respecto a tu peso, como justificar el no poder bajar de peso por ser gordita desde tu niñez. La mayoría de las personas que han heredado los genes de la gordura pueden adelgazar. No tomes excusas para no reducir tu talla, pensando que después de los 40 años la mujer está condenada a engordar, pues si así fuera no habría mujeres delgadas de mediana edad. Todos estos mitos y excusas son obstáculos mentales, pues cualquier mujer puede disminuir su peso y mantenerse en el adecuado.
- Quema calorías: Para adelgazar es necesario que comiences a ejercitarte con regularidad. Más del 80% de las mujeres que han tenido éxito en perder peso, han duplicado sus actividades físicas. Si puedes correr, nadar o hacer cualquier ejercicio aeróbico, tienes asegurada la batalla. Incluso con un paseo de media hora cinco veces por semana, puedes quemar muchas calorías. Recuerda que las dietas no son soluciones mágicas, sino que debemos aprender a comer saludablemente, llevando a cabo un plan personal de alimentación y ejercicio.
- Cambia de actitud: Al término de tu dieta corres un mayor riesgo de engordar, pues te es fácil volver a comer como antes y caes en viejas actitudes.
- No disminuyas la vigilancia de tu dieta, continúa moderando tus alimentos y haciendo varias comidas ligeras al día.
- Deja de sentirte obligada a acabarte todo lo que hay en el plato.
- Si te descuidas y comienzas a engordar, sencillamente vuelve a moderarte y regresa al buen camino.