El regalo más iimportante que podemos
hacernos a nosotros mismos es el compromiso de vivir nuestra auténtica vida. Ser sinceros con nosotros mismos, no obstante, no es
una tarea fácil.
Debemos romper con aquello con lo que la sociedad intenta seducirnos y
vivir la vida según nuestros
principios, con nuestros propios valores y en consonancia con nuestros sueños primigenios.
Debemos despertar a ese yo oculto; explorar los
anhelos más profundos, más
invisibles, las habilidades y debilidades que nos hacen ser quienes somos.
Debemos entender dónde hemos estado y adónde vamos. Cada decisión que
tomemos, cada paso que demos, debe
estar investido de ese compromiso de vivir la vida siendo sinceros y coherentes con nuestro yo auténtico y solo con ese yo.
Y, a medida que
avancemos, tendremos la certeza de
experimentar una fortuna que irá más allá de cualquier riqueza jamás imaginada.