Un artículo increible y lleno de fuerza, «Un muchacho de visión singular». Se trata de un niño llamado Calvin Stanley. Calvin monta en bicicleta, juega al béisbol, asiste a la
escuela y hace lo mismo que cualquier otro muchacho a su edad de once años...... excepto ver.
¿Cómo es posible que ese chico haga todas esas cosas, cuando tantos otros en una situación así abandonarían toda esperanza y vivirían amargados? La diferencia está en que la madre de Calvin es una maestra de la redefinición (proceso de convertir súbitamente algo que parece negativo en positivo, una aparente desventaja en una ventaja). Todas las experiencias que ha vivido Calvin (experiencias que otros calificarían de «limitaciones»), ella las ha convertido en ventajas para la mente de su hijo. Y como eso es lo que él se representa a sí mismo, pues eso es lo que Calvin vive. He aquí algunos ejemplos de la comunicación entre ambos.
La madre de Calvin recuerda el día en que su hijo le preguntó por qué era ciego. «Le respondí que había nacido así, y que nadie tenía la culpa. Él preguntó: "¿Por qué he tenido que ser yo?", y yo le dije: "No lo sé, Calvin. Tal vez haya un proyecto especial para ti".» Luego le invitó a sentarse y continuó: «Tú ves, Calvin, sólo que usas las manos para ver en vez de los ojos. Y recuerda que no hay nada que no seas capaz de hacer».
Otro día Calvin mostró su tristeza por no poder ver la cara de su madre. «Pero la señora Stanley supo qué debía contestarle a su hijo —continuaba el artículo—. Le dije: "Calvin, tú puedes ver mi cara. Puedes verla con tus
manos y al escuchar mi voz, y me conoces mejor que muchas personas capaces de ver con los ojos".» El artículo seguía
diciendo que Calvin se mueve con energía y seguridad en el mundo de los que ven, con la confianza inconmovible de los niños que se saben respaldados por su madre. Calvin desea llegar a ser programador de ordenadores y diseñar algún día programas para los invidentes.
El mundo está lleno de seres como Calvin. Lo que se necesita son más personas que sepan redefinir con tanta eficacia como la señora Stanley
Nuestro tiempo físico no es infinito, empieza a ser el arquitecto de tu destino para poder disfrutar del éxito, de la felicidad.
El mundo está lleno de seres como Calvin. Lo que se necesita son más personas que sepan redefinir con tanta eficacia como la señora Stanley
Nuestro tiempo físico no es infinito, empieza a ser el arquitecto de tu destino para poder disfrutar del éxito, de la felicidad.
Dejemos de mirar hacia fuera, miremos hacia dentro para crear la magia. Al cambiar nuestra actitud mental cambia nuestro mundo. Somos lo que pensamos, si cambiamos nuestra manera de pensar cambiaremos nuestro presente.
Cambiando lo que parece negativo, aprendiendo a pensar correctamente atraemos los "milagros" a nuestra vida ya que al crear o transmutar, movilizamos partículas mentales, átomos, moléculas cerebrales y corporales creando nuevas oprtunidades y situaciones.