No te Preocupes
Preocuparse es ocuparse con
anterioridad, es decir, antes de tiempo. Preocuparse dos veces y sufrir con
anticipación es inútil, es una forma de perder el tiempo, provoca estrés,
ansiedad, miedo y tristeza innecesarios que envenenan nuestro cuerpo, generan
cambios fisiológicos en nuestro organismo que pueden enfermarnos y nos hacen
perder la felicidad y la paz mental.
Creemos que preocuparnos por los demás es
una forma de demostrar lo mucho que nos importan pero no es una demostración de
amor, sino una manifestación de nuestros propios miedos internos, de nuestras
inseguridades dirigidas ellos. La preocupación también viene del ego y éste nos
limita y empobrece además de impedirnos vivir y disfrutar el momento.
Luchamos, sufrimos y morimos por el ego. No te preocupes, ocúpate y
prepara el futuro. Piensa que las situaciones por las que pasamos, agradables o
no, son las que necesitábamos en ese momento para aprender una
lección determinada y continuar nuestro proceso evolutivo
Lo que nos preocupa puede no llegar y
ser innecesario pero por el contrario, si llega hemos sufrido el doble. A veces
para avanzar debemos correr riesgos que pueden generarnos miedo pero
considéralo como una ayuda que refuerza tu autoestima y te ayuda a ver si lo
que estás haciendo creará un futuro armónico que te ayudará. El miedo sin
control es una energía desperdiciada, enfocada hacia un futuro que
desconocemos, la única forma de controlar el futuro es trabajando bien el
presente y si cometemos un error aprendamos de él. El presente está lleno
de oportunidades a nuestra disposición.
La preocupación influye negativamente en el segundo chakra
responsable de nuestra alegría de vivir.
Selecciona tus pensamientos, ya que atraes lo que piensas, la energía enfocada en
ese asunto genera una vibración que atrae la semejante, lo que temes es lo que
creas. Utiliza el pensamiento de forma creativa. Si te encargas de crear
felicidad hoy, continuarás siendo feliz mañana. Si te has equivocado,
reacciona.
Analiza el motivo de tu preocupación
desde una perspectiva de distancia, puede que te des cuenta de que
era exagerada, en cualquier caso piensa en cómo pudiste haberlo hecho
correctamente, recrea mentalmente la situación de forma correcta y aprende todo
lo que puedas de esta lección. Sonríe, mantente siempre optimista, no etiquetes
a las personas o a las situaciones. Lo que des al Universo te será devuelto. Confía
en tu Yo superior.
"El sabio
supera el pasado sin volver a equivocarse"
Hay un relato taoísta que cuenta la
historia de un granjero que tenía caballos. Un día se rompió la valla que los
guardaba y éstos se escaparon. Cuando sus amigos se enteraron acudieron a su
casa y le dijeron: “¡Que mala suerte has tenido!” y el granjero les respondió:
“Puede ser”.
Al cabo de unos días los caballos
regresaron acompañados de otros muchos más caballos salvajes. Los amigos muy
contentos fueron a su casa para decirle: “¡Qué buena suerte has tenido!” y el
granjero, entonces, les respondió: “Puede ser”.
Pasó el tiempo y un día el hijo del
granjero cuando intentaba domar a uno de los caballos salvajes se cayó al suelo
y se rompió la pierna. Los amigos volvieron a su casa y le dijeron: “¡Que mala
suerte has tenido!” y el granjero les respondió: “Puede ser”.
Justo al día siguiente llegaron unos
oficiales para reclutar en el ejército a los hombres jóvenes del pueblo pero
como el hijo del granjero estaba lesionado y no podía caminar, lo excluyeron.
Los amigos acudieron de nuevo a su casa y le dijeron: “¡Que buena suerte has tenido!”
y el granjero les respondió: “Puede ser”….
El mensaje de este cuento nos enseña que
la dicha y la desgracia se suceden, sin comienzo ni fin, todo es un proceso que
fluye. La filosofía del Tao implica seguir hábilmente y con inteligencia el
curso, la corriente y la textura del fenómeno natural, considerando la vida
humana como un rasgo integrante del proceso global y no como algo ajeno y
opuesto a él.