Respirar para sanarse



La respiración externa de aire en los pulmones es un símbolo, es sólo un indicio de la verdadera respiración a través de una intensa experiencia.

La respiración es el secreto de toda curación. Basta con observar cómo el ritmo de respiración suave, pleno y libre relaja los síntomas hasta hacerlos desaparecer.

Es necesario practicar la respiración consciente en ciclos completos de energía, ya que la relajación permite que los pensamientos negativos se manifiesten. Aumentar la respiración y la relajación acaba tanto con el síntoma como con lo que lo causa.

La respiración consciente siempre llena el cerebro y el cuerpo de energía positiva, limpia y poderosa. Aquieta y acalla la mente.

La respiración consciente y continuada diaria tiene una tendencia natural a convertir nuestra vida cotidiana en continua alegría y placer. Aprendemos a vivir el momento, el presente, el ¡aquí y el ahora!

La relajación es el enemigo fundamental del dolor (físico y emocional). El dolor y la enfermedad no pueden convivir con la relajación en el mismo tiempo y espacio.

Las personas tenemos que elegir. Podemos acostumbrarnos y aceptar los pensamientos negativos como algo totalmente anexo a nosotros, lo cual es imposible de separar de lo que creemos que conforma nuestro ser; o bien escoger la relajación y los pensamientos que eliminan totalmente toda memoria de limitación y atraer a nuestra vida el ser sano que realmente somos.

La relajación y la paz lo curan todo. Es una sorpresa para la mente racional darse cuenta de que el único medio de conservar una enfermedad es aferrarse a ella, haciendo un esfuerzo para no dejarla partir.

Cada inspiración y cada expiración consciente y profunda (respiración abdominal) van a causar relajación "involuntaria", aportándonos todo el potencial curativo de ésta.

La eficacia de la respiración se debe al hecho de que las inspiraciones profundas repetidas hacen revivir no solamente el espacio pulmonar que ha quedado paralizado por los miedos, sino también la red capilar de la substancia profunda del cerebro en los tejidos que rodean los ventrículos laterales.

Con cada respiración oxigenamos, purificamos y limpiamos todo nuestro organismo, como si "resetearamos" nuestra memoria celular.