No te Enfades
Intentamos evitar la ira de los demás y
nos preocupa menos evitar la nuestra, nos permitimos liberarla libremente sin
pensar en el daño hacia otros y hacia nosotros mismos, en el veneno
vertido. Es una emoción que nos demuestra la pérdida de control sobre
nosotros mismos. Además de dañar el hígado y otros órganos, la ira señala un
problema de autoestima ya que salta cuando nos sentimos atacados sin pensar en
lo que puedes llegar a hacer o decir y en que luego te arrepentirás...pero el
daño estará hecho.
La rabia te limita, envenena y enferma, es oscura y contamina, por el contrario el amor, la paz es luz y limpia. Cuanta más rabia menos paz y felicidad, menos salud. Es una fuente de destrucción que bloquea el chakra básico disminuyendo la fuerza física y la energía y afectando a todo tu organismo.
Hay un cuento anónimo sobre un joven que tenía muy mal carácter y al que su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, clavase un clavo en la puerta.
La puerta rápidamente se llenaba de
clavos. Pero pronto observó que a medida que aprendía a controlar su genio,
clavaba cada vez menos clavos en ella. Descubrió que podía controlar su genio,
pues el clavar le hacía pensar sobre su mala actitud y llegó el día en que
pudo controlar su carácter y ya no tenía razón de clavar.
Después de informar a su padre, éste le
sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su
carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre
que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.
Era ciertamente un gran logro, pero su
padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "has
trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos agujeros en la puerta. Nunca más
será la misma.
Cada vez que tú pierdes la paciencia,
dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves. Tú puedes insultar a
alguien y retirar lo dicho, pero la herida permanece y el mal se propaga. Una
ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física. Ahora hace falta trabajar
mucho más para que la puerta quede como nueva. Hay que reparar cada agujero y
muy difícilmente lograrás que quede como nueva."
No pienses que no estás en paz porque
los otros no te dejan, la paz es un estado interior que solo depende de ti.
Cambia tu forma de reaccionar, transforma tu experiencia interior. Nuestros
pensamientos y nuestras emociones son energía, lo importante no es reprimir las
emociones sino aprender a gestionarlas. La ira refleja algo de ti mismo que
necesita atención, no es culpa de los demás.
Medita, haz reiki, técnicas de relajación, aprende a gestionar tus emociones, haz ejercicio, cuida tu alimentación... libera la energía, transfórmala y recupérala. Utilízala sabiamente para crecer. Las emociones existen pero aprende a canalizarlas de forma inteligente.
Ámate, sonríe, rie.... Cuídate, transfórmate y perfecciónate no es solo que lo
puedes conseguir, sino que serás más libre.