Yo existo. Profundiza en este
sentimiento.
Siéntate, simplemente, y profundiza en este sentimiento- Existo,
soy.
Siéntelo, no pienses en ello, porque puedes decirlo con la mente-yo soy-y
es inútil. Tu cabeza lo deshace todo. No sigas repitiendo con la cabeza yo soy,
existo. Es inútil, no sirve para nada. Ese no es el punto.
Siéntelo
profundamente, en tus huesos. Siéntelo en todo tu cuerpo. Siéntelo como una
unidad total, no en la cabeza. Simplemente siéntelo-yo soy. No utilices las
palabras " yo soy”.
No las
conviertas en un mantra, no digas mientras estás sentado:"existo". No
hay necesidad. Todo mundo lo sabe y tú ya sabes que existes;no hace falta, es
inútil. Siéntelo-existo. Sentir es una cosa diferente, totalmente diferente.
Inténtalo.
Lo puedes hacer en cualquier parte: simplemente cuando vayas en un autobús, o
viajes en un tren, o cuando te sientes simplemente, o te acuestes en tu cama,
trata de sentir la existencia como es; no pienses en ello.
Cuando
empiezas a sentir la existencia, el mundo en su totalidad se convierte en algo
vivo para tí de una forma completamente diferente, como si no lo hubieras
conocido. Entonces pasas por la misma calle y la calle ya no es la misma, porque
ahora estás integrado con la existencia. Te encuentras con los mismos amigos,
pero ellos ya no son los mismos, porque tú eres diferente.
Cuando
estás integrado, eres uno con la totalidad, y la existencia existe para tí. No
eres un mendigo; de pronto te conviertes en un emperador.
Además,
cuando lo sientas, no le pongas límites. Siéntelo ilimitadamente. No le pongas
términos: no existen. No termina en ninguna parte. El mundo no empieza en
ninguna parte; el mundo no termina en ninguna parte. La existencia no tiene
principio ni final. Tú tampoco tienes un comienzo; tú tampoco tienes un final.