Un hombre musulmán vio que cerca de su casa había un zorro
al que le faltaban las cuatro patas y se movía arrastrándose con gran
dificultad, el hombre se preguntó cómo es que podía sobrevivir en esas
condiciones; así que se escondió para observarlo.
Lo que
ocurrió después lo llenó de asombro, un tigre se acercaba al zorro y le dejaba
los restos de la comida que acababa de cazar y el zorro los comía.
Entonces
el hombre admirado alabó a Allah y pensó: - Cuán misericordioso es el Señor que
surte las necesidades de este zorro desvalido a través del tigre – y luego
agregó – Si Allah hace esto con este animal, ¿Cuándo más no hará por su siervo?
Desde ese
momento, se sentó en contemplación en un lugar tranquilo y decidió que no se
movería de ahí para ver como Allah haría para cubrir sus necesidades. Lo hizo
con mucha fe, pero en todo el día no ocurrió nada, al siguiente tampoco, entonces
cuando ya desfallecía del hambre escuchó la voz de Allah que le dijo:
Insensato, deja de intentar ser como el zorro y empieza a intentar ser como el
tigre.
Es
bastante simple el mensaje de este cuento pero muy poderoso: Abandona la
posición de sufridor, abandona tu tendencia a verte como
una víctima.