Los Cuatro Acuerdos

1- Sé impecable con tus palabras.
El acuerdo más importante y el más difícil de cumplir. Las palabras constituyen el poder que tienes para crear, es una herramienta muy poderosa pero es como una espada de doble filo: pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea. Puedes hacer feliz a los demás o destruirlos.

No utilices las palabras para propagar tu veneno, para expresar rabia, ira, celos... Utiliza la energía de las palabras correctamente, con respeto, amor... no nos equivoquemos, tienen mucha fuerza, utilízalas apropiadamente, comparte su buena energía. Te hará libre. Puedes medir la impecabilidad de tus palabras con tu nivel de autoestima.

2- No te tomes nada personalmente.
Te lo tomas todo personalmente porque en el fondo estás de acuerdo con todo lo que se te diga. Todos vivimos en nuestro propio sueño, en nuestra propia mente. Los demás están en el suyo propio y cuando te dicen algo se refieren a sus propios sentimientos, creencias y opiniones. Te tragas su basura emocional y la conviertes en tu propia basura ¿por qué? Lo que pienses de mi no es más importante para mí y no me lo tomo personalmente. Difícil pero verdad.

Cada uno tiene sus propias opiniones según su sistema de creencias, lo que te duele no es lo que yo digo sino las heridas que tienes y que yo he rozado con lo que yo he dicho. Te enfadas porque tienes miedo, porque te enfrentas a tu miedo. No te lo tomes personalmente, no lo dice por ti, sabes que eres maravilloso, nadie tiene que decirte nada, no te expongas a sufrir innecesariamente. Pueden lanzarte su veneno emocional pero no te lo tragues, es nocivo para él, no hagas que sea nocivo también para tí. No eres responsable de los actos de los demás, solo eres responsable de ti mismo.

3- No hagas suposiciones.
Tendemos a hacer suposiciones sobre todo y eso produce mucho veneno emocional. Solo vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oir. No percibimos las cosas tal como son. Necesitamos justificarlo todo, explicarlo y comprenderlo para sentirnos seguros y por eso hacemos suposiciones.

Debemos ser como somos. Si las personas cambian es porque quieren cambiar, no porque tu puedas cambiarlas. En lugar de suponer, pregunta y cuando escuches la respuesta sabrás la verdad, sea si o sea no. Utiliza las palabras para crear, dar, compartir y amar. Respeta a los demás.

4- Haz siempre tu máximo esfuerzo.
Este acuerdo permite que los anteriores se conviertan en hábitos. Todas las cosas están vivas y cambian continuamente. Haz las cosas por el puro placer de hacerlas, sin esperar una recompensa y descubrirás que disfrutas de cada momento. Las recompensas llegarán pero no estarás apegadas a ellas. Diviértete, no te aburras y no te sientas frustrado.

Si vives en un sueño del pasado no disfrutas de lo que sucede en el momento presente porque siempre deseas que sea distinto. No te pierdas nada, estás vivo¡¡¡ no vivas a medias. Todo lo que sabes lo has aprendido mediante la repetición, la lección es lo que importa. Honra a la persona que eres. Respétate, ámate y respetarás y amarás a los demás.

Si te caes no te juzgues. No le des a tu Juez la satisfacción de convertirte en víctima. Sé firme contigo mismo. Levántate y establece el acuerdo de nuevo. ¡Voy a mantener los Cuatro Acuerdos solo por hoy!. "Hoy seré impecable con mis palabras, no me tomaré nada personalmente, no haré suposiciones y haré mi máximo esfuerzo."

Si rompes un acuerdo empieza de nuevo mañana y de nuevo al día siguiente. Al principio será difícil pero te sorprenderá cómo poco a poco se transforma tu existencia. Vive el día a día.  Permanece en el presente y crearás un mejor futuro. Hoy es el principio de un nuevo sueño.

Nuestra mente está llena de heridas y de veneno emocional y tenemos que ser conscientes de ello para limpiarlas, curarlas y dejar de sufrir. La mayor parte de las creencias que abrieron heridas en nosotros ni siquiera son verdad. No hay ninguna razón para sufrir.

Todo tiene sus consecuencias, hagamos una obra maestra. Hay dos formas de vivir, una es continuar como hasta ahora, rindiéndonos al Juez y Víctima y otra es actuar cómo cuando éramos niños y en lugar de domesticarnos aprendemos a pensar y a creer en nosotros mismos.  Hemos de perdonar a los que creemos que se han portado mal con nosotros, no porque se lo merezcan, sino porque sentimos tanto amor por nosotros mismos que no queremos continuar pagando por sus injusticias. 

El perdón sana y elimina el auto-rechazo, te hace libre.



Extraído de la Sabiduría Tolteca.